lunes, 14 de marzo de 2011

Iconografía cristiana: la mano de Dios

l símbolo más antiguo de Dios Padre es una mano que sale de una nube. Es la representación figurada más importante de Dios Padre desde el siglo IV al VIII. ¿Por qué se ha elegido una mano como jeroglífico de Dios? Porque la palabra hebrea iad significa a la vez "mano" y "poder"; en estilo bíblico, "Mano de Dios" es sinónimo de poder divino. La Mano de Justicia que los reyes llevan como insignia de soberanía, con el globo y el cetro, es una supervivencia de esta muy antigua tradición.

Esta mano es siempre la derecha, que por ser la más fuerte tiene preeminencia. Para significar que es una mano divina tiene dimensiones colosales y además está rodeada de un nimbo. A veces proyecta un triple rayo de luz, en alusión a la Trinidad, o aparece en medio de una fuente de relámpagos. En algunos casos la mano hace un gesto: de bendición, de mando o de amenaza. Es una mano hablante que traduce el pensamiento y la voluntad del Señor.

Aparece frecuentemente en las escenas de la ofrenda de Caín y Abel, la orden a Noé de construir el arca, el sacrificio de Isaac, la entrega a Moisés de las Tablas de la Ley y el arrebatamiento del profeta Ezequiel. La mano divina se encuentra también presente en algunas escenas de la vida de Cristo (Bautismo, Transfiguración). En las representaciones de la Ascensión en el arte paleocristiano y de la Alta Edad Media, la mano agarra la mano derecha de Cristo como para ayudarlo en su subida al cielo. Figura también en algunas escenas de vidas de santos.

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